Su última comisión fue en el Jardín de Niños San Quintín turno vespertino
Por: Victor Uziel González Ceseña / Península BC
SAN QUINTÍN, BC.- Tras cumplir 39 años de servicio ininterrumpido, la maestra Ana Isabel Valdez Aguilar culminó con su trayectoria en el Jardín de Niños San Quintín, por lo que este viernes madres, docentes y estudiantes le organizaron un festejo sorpresa.
Proveniente de Mexicali, Ana Isabel Valdez ingresó al magisterio desde septiembre de 1986 en el Jardín de Niños Padre Kino, mismo que ha sido recordado como el primer plantel fundando en el entonces sur de Ensenada.
Normalista de profesión, a lo largo de su trayectoria la maestra priorizó su participación en cursos de actualización, lo que la llevo a ocupar cargos como docente, asesor técnico pedagógico y asesora académica en la Jefatura de Preescolar.
Habiendo cumplido poco más de 39 años de servicio, Ana Isabel recibió el pasado martes 15 de octubre la notificación oficial sobre su último día de trabajo, al avanzar los trámites para su jubilación. Ante esto, se dijo orgullo de pertenecer a un plantel icónico en la región, en el que contribuyó a formar mejores ciudadanos que al pasar de los años, se han convertido en profesionistas, empresarios e impulsores del desarrollo de San Quintín.
Como recomendación al gremio, Valdez Aguilar indicó que la profesión requiere pasión y apertura ante los cambios sociales, culturales y políticos de los últimos años, “nuestra responsabilidad es dejar las bases para el trabajo con los niños y los futuros ciudadanos, abracen nuestra carrera y den todo con pasión”.
Sobre los retos, reconoció que la educación no cuenta con las condiciones adecuadas para la función, aunque remarcó la necesidad de que la Secretaría de Educación invierta en insumos y fomenten entornos seguros para que los niños potencien su aprendizaje y sigan desarrollando las herramientas para seguir aprendiendo.
“Muestren que la escuela es un lugar que cambia la vida, es una oportunidad para otorgarles visión a los niños, me siento muy honrada de tener su cariño y no tiene precio el reconocimiento ganado con padres de familia y alumnos, es el mejor pago al trabajo”, puntualizó.
