Con herramientas de genética molecular y técnicas microscópicas descubre cómo funciona una célula
Por sus contribuciones en la identificación del retículo endoplasmático en la célula (hifas) del hongo Neurospora crassa, Juan Manuel Martínez Andrade, estudiante del doctorado en Ciencias de la Vida del CICESE, ganó el primer premio en modalidad cartel en el XIV Congreso de la rama de Biología Molecular y Celular de Hongos de la Sociedad Mexicana de Bioquímica en Guadalajara, Jalisco.
El trabajo presentado en forma de cartel y ponencia corta forma parte de su tesis. Usando herramientas de genética molecular y diversas técnicas de microscopía, el estudiante del CICESE observó en varias muestras que dentro de la célula faltaba la parte de un organelo –llamado retículo endoplasmático– de este hongo modelo que ha favorecido descubrimientos claves para comprender el crecimiento fúngico.
“El proyecto es muy relevante para la biología celular de hongos filamentosos porque la organización del retículo liso/tubular era algo que no se había entendido con anterioridad y tiene implicaciones en la regulación de calcio, la síntesis de lípidos, la secreción vesicular y todo está relacionado con el ciclo de vida”, comenta entusiasmado Juan Manuel Martínez Andrade, quien asume el premio como un reconocimiento a su trabajo y del laboratorio de Biología Molecular del CICESE.
Juan Manuel Martínez estudió odontología en la Universidad Nacional Autónoma de México, en Ciudad Universitaria, CDMX, donde también realizó una especialidad en microscopía electrónica en ciencias biológicas en la Facultad de Ciencias.
Posteriormente, llegó al CICESE y obtuvo el grado de maestro en Ciencias de la Vida con un proyecto de nanotecnología consistente en un desarrollo odontológico para inhibir microorganismos resistentes a ciertos padecimientos.
La población científica en el rubro odontológico es muy escasa (solo hay dos SNI-3 en el área dental), pero el campo ofrece mucho por explorar, dice el estudiante del CICESE con amor declarado por la microscopía, cuyos saberes han avanzado desde la especialidad en la UNAM, su maestría en nanotecnología donde “me topé con el microscopio electrónico de transmisión. Fue como ver una nave espacial. Ahí me di cuenta de lo que podía hacer con esos equipos. Me empecé a encontrar con las células, me llamó mucho la atención el hongo Neurospora crassa con el que se trabaja mucho en el CICESE”.
Intrigado por saber dónde estaba el retículo endoplasmático liso/tubular en Neurospora crassa, Martínez Andrade comenzó el doctorado en Ciencias de la Vida. “Estoy a la mitad del doctorado, hemos encontrado que esta estructura (lisa/tubular) se encuentra cercana a una llamada Spitzenkörper, que está relacionada con el crecimiento polarizado del hongo.
Lo que más me apasiona de mi proyecto de doctorado, dice Juan Manuel Martínez, es que estamos ante una pregunta muy fundamental. Es como buscar un planeta en el espacio, pero yo miro al interior de una célula. Encuentro similitud entre quienes estudian el espacio y yo el micro mundo. El que nosotros encontráramos esta parte del retículo es importante porque no se entendía en el mundo de los hongos filamentosos cuyas células crecen como tubos y tienen muchos núcleos.
–Decías que podemos ver la estructura de la célula en los libros de texto de biología, ¿están mal los libros?
Todas las células animales que hemos visto en libros corresponden a la célula con un núcleo, ahí plasman el retículo que aparece apilado muy cercano a la envoltura nuclear; los modelos que vemos son para células eucariotes uninucleadas. Esa es la visión general que predomina, pero poco se sabe de la organización de este organelo en otras células eucariontes.
Neurospora crassa es un hongo filamentoso ascomiceto que tiene más de 100 núcleos. ¡Estamos hablando de más de 100 retículos endoplasmáticos (por decirlo así), entonces, entender la organización ha sido muy complicado! Tenemos muchos núcleos en los hongos filamentosos.