SAN QUINTÍN.-
Seis proyectos del Valle de San Quintín que ingresaron al Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMyC) fueron aprobados para ejecutarse durante el transcurso del siguiente año.
El Instituto de la Cultura de Baja California (ICBC) informó que a nivel estatal fueron un total de 35 proyectos, de los cuales 14 cumplieron con los requisitos en cada una de las bases y guía de elaboración, permaneciendo entre estos los seis de San Quintín.
El primero de los proyectos se llama “los Colores de mi cultura: taller de artes plásticas y artesanía típica mexicana”, con Grecia Guadalupe González Cruz como la representante, recibió 44 mil 743 pesos.
El segundo proyecto es una producción discográfica bilingüe denominada “Cantos en Tuún Savi”, a cargo de Abel Martínez Rodríguez, con una cantidad aprobada de 40 mil 700 pesos. Asimismo, incluyeron otro sobre música cochimí, de Fidel Villa Zúñiga, con 42 mil 189 pesos.
Los siguientes proyectos son para la autoconstrucción de estufas ahorradoras de leña, de Virginia Micaela Ortega Villanueva, con 72 mil 845 pesos; un libro para colorear sobre la flora y fauna de San Quintín, de Eva Moctezuma Sanjuan, con 56 mil 500 pesos y por último, el denominado “Jóvenes Indígenas líderes en su comunidad”, de Rubén López Bautista, con 30 mil 089 pesos.
El ICBC indicó que a cada representante de los proyectos se les convocará en los días inmediatos a un evento en donde reunirán a todos los ganadores del estado, para así entregarles el apoyo económico que les permitirá cumplir con sus metas.
En 1989, la DGCPIU impulsó este programa como una estrategia dirigida a la recuperación de la cultura popular, para fortalecer los procesos que sustentan a las expresiones comunitarias, por medio del financiamiento a proyectos que estimulan las iniciativas de la sociedad.
Para la operación del Programa se conjuntan recursos financieros federales y estatales. En cada estado se establecen Comisiones de Planeación y Apoyo a la Creación Popular (CACREP), órganos colegiados conformados por representantes de las autoridades culturales locales y federales, así como de la sociedad civil, para validar los procesos de trabajo y asegurando su transparencia.