Puede generar repercusiones tanto en el aspecto físico, familiar y económico
El abuso en el consumo de bebidas alcohólicas puede calificarse como un problema de salud pública, debido a sus repercusiones tanto en el aspecto físico, familiar y económico, por lo que el IMSS recomienda evitar su abuso.
Fortino Guerrero Sauceda, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que este hábito provoca ausentismo laboral, problemas domésticos y daños severos a la salud.
Indicó que es común que los servicios de urgencias del IMSS atiendan a derechohabientes que bebieron de más, generalmente, por sufrir deshidratación severa y bajos niveles de glucosa en la sangre, cuadros que requieren de hospitalización.
Por lo anterior, recomendó que las personas que hayan abusado del consumo de alcohol ingieran de dos a tres litros de agua y alternar con bebidas que contengan electrolitos, sodio y potasio para recuperar los líquidos y las sales que se pierden en grandes cantidades cuando se está ebrio.
Advirtió que los remedios populares, como comer alimentos picantes, pueden dañar el tubo digestivo, mientras que con las bebidas «energizantes» hay riesgo de alteraciones de los sistemas nervioso y cardíaco.
Además, dijo, si bien los analgésicos ayudan a superar malestares como el dolor de cabeza, conviene indicar que algunos son irritantes para el estómago y provocan gastritis.
Precisó que el consumo de alimentos con picante puede ayudar en cierta medida a que la persona recupere potasio, aunque con los riesgos ya descritos.
Respecto a las frutas, detalló, existe el mito de que su consumo, en particular el de la sandía, puede ser letal para la persona con «resaca», pero esto carece de fundamento científico.
Como en cualquier otro padecimiento, señaló que lo más efectivo resulta ser la prevención, es decir, disfrutar de festejos y reuniones familiares o con amistades, sin llegar al consumo extremo de cerveza, licor y comida.