La sumaron a la programación del evento en el que promueven la conservación del ecosistema
San Quintín.- Más de cien corredores participaron en la “Carrera Migratoria” de cinco kilómetros organizada con motivo del programa del 9º Festival de las Aves de la Bahía de San Quintín.
De acuerdo con lo anunciado, desde el 2015, este festival ha buscado un mismo propósito: conectar a las comunidades con el fenómeno de la migración, la importancia de los ecosistemas costeros y su riqueza biológica y cultural de la región.
Este año, la celebración tuvo su primera Carrera Migratoria de 5 kilómetros, un evento atlético diseñado como metáfora del vuelo maratónico que realizan miles de aves para llegar hasta esta bahía. Más de 100 corredores participaron en la ruta que simboliza el esfuerzo, la resistencia y la necesidad de descansar en lugares seguros y prístinos antes de continuar el viaje.
El primer lugar, representando la velocidad de las aves, llegó a la meta en tan solo 17 minutos. Así como las aves dependen de sitios clave a lo largo de sus rutas migratorias, la carrera representó que San Quintín es uno de esos puntos irremplazables, donde la vida se detiene para recuperar fuerza.
Entre los módulos participantes se encontraron espacios creativos como Pinta Caritas, la asistencia de colaboradores como San Diego Bird Alliance, módulos de difusión y actividades ambientales desarrolladas por Bichólogo, PAU Tijuana, Alas Silvestres, Estación de Campo Siempre Viva, la Comisión Nacional Forestal, el Jardín Botánico y el Parque Nacional San Quintín, así como la presencia del artista Sergio E. Robles, quien conectó el arte con la naturaleza del territorio.
A lo largo del fin de semana, la bahía recibió grupos de visitantes que exploraron el humedal en bote, contemplando algunas de las especies emblemáticas del invierno como la elegante branta negra. Estos recorridos ofrecieron una mirada íntima a un ecosistema que se mantiene gracias a décadas de esfuerzos comunitarios y de conservación.
El bloque de charlas profundizó en la ciencia, la conservación y la relación entre comunidad y territorio. Se presentaron los avances las acciones de conservación del chorlito nevado, guiados por el Comité Comunitario Ambiental; los esfuerzos para conservar a la rata canguro de San Quintín, con la primera proyección del documental “100 años de resiliencia”; y el viaje sonoro de Tonalli Magaña, ganador del PECDA Baja California, que invitó a escuchar los cantos de aves en una pieza artística.
En un momento muy esperado, los Dr. Gorgonio Ruiz y Dr. Gonzalo de León presentaron el trabajo detrás de la primera guía de campo de las aves de la Sierra de San Pedro Mártir, compartiendo años de investigación que revelan la riqueza y fragilidad de uno de los ecosistemas montanos más relevantes del noroeste de México.
A esta conversación se unió el Dr. Eduardo Palacios, quien presentó su charla “San Quintín es una Reserva para Aves Playeras”, subrayando por qué este humedal es un sitio clave para la sobrevivencia de especies migratorias a escala continental.
La artista Julia Celeste compartió cómo el arte también puede convertirse en lenguaje de conservación, narrando las conexiones profundas entre creatividad, identidad y paisaje en San Quintín.
Al caer la tarde, el festival se transformó con el senderismo nocturno, una caminata de ascenso al volcán dentro de la Reserva Natural monte Ceniza, diseñada para imaginar el viaje de las aves que migran orientándose por las estrellas.
De igual manera, en el Maratón de Observación de Aves participaron 8 equipos provenientes de Tijuana, Ensenada y San Quintín. El primer lugar lo obtuvo una pareja que registró 69 especies en un solo día, un logro que refleja la riqueza de la bahía y el interés creciente por la ciencia ciudadana en la región.












































