Edición 09/2025.- En medio de tantas necesidades urgentes y cuando muchos pensaban que el contexto municipal por fin iniciaba una etapa de estabilidad, esta semana volvió a surgir otra “polémica” que colocó a San Quintín en la mirada estatal.
Nos referimos a la aprobación “fast track”, o como prefieren explotar en el Cabildo: “por obvia y urgente resolución” para la aprobación del Reglamento para el Escudo del Municipio de San Quintín.
Remarcamos que en medio de tantas necesidades urgentes —seguridad, infraestructura, salud, reglamentación— resulta difícil no ver esta movida como una estrategia para consolidar una narrativa oficialista que AL PARECER poco representa a la ciudadanía. Es de interés común que un símbolo impuesto, sin consulta ni respaldo, pierde valor antes de nacer. No representa identidad, representa autoritarismo simbólico.
La identidad no se decreta, se construye. Y un escudo municipal aprobado en la opacidad no construye nada: al contrario, profundiza la desconfianza en nuestras instituciones. Si realmente se busca un símbolo común, que sea producto del diálogo, del consenso y del respeto por la historia y la diversidad local.
En un sentido más superficial y por razones que no sorprenden a nadie, el propio diseño incluyó los colores partidistas de Morena. En este caso, y tal como otras situaciones entre el gabinete, evidentemente ni siquiera lo despistaron.
Curiosamente, solo cuatro regidores se opusieron al punto de acuerdo: tres de oposición y sorpresivamente una de Morena. Los ediles Carmen Enid Pérez Magaña, Ashley Giselle Casillas Gómez, Jesús Martínez Romero y Gabriel Soria Cuevas, volvieron a exponer sus desacuerdos por la falta de socialización previa entre el propio Cabildo.
Y para que más se ofendan en el Primer Ayuntamiento, este miércoles se pronunció la Diputada del Distrito XVII, Dunnia Montserrat Murillo López. En términos coloquiales y aprovechando su experiencia en educación, explicó “con manzanas” la falta de un procedimiento jurídico claro en el cual no se consensó a la población sanquintinense.
Son muchos los puntos destacables de la legisladora, aunque rescatamos uno de los primeros: “de conformidad con la Ley de Régimen Municipal para el Estado de Baja California, los municipios podrán tener un escudo que los identifique, pero su creación o modificación debe realizarse por los cauces legales. Cualquier cambio al escudo oficial sin este procedimiento contraviene el orden jurídico que rige la actuación municipal”.
Bajo este panorama, llamó a reconsiderar esta decisión, a ceñirse al marco normativo vigente y, de ser necesario, a abrir un proceso legítimo, consultado, transparente y verdaderamente representativo, que reconozca que los símbolos públicos pertenecen a la comunidad, no al gobierno en turno.
Sus “indirectas” seguramente ya impactaron en el Cabildo, así como en las “reprimendas” que evidentemente padecerán los cuatro regidores mencionados.
Esta inesperada “polémica” se suscitó solo unos días después de evidenciarse la participación de funcionarios municipales en la divulgación de “acordeones” para las elecciones del Poder Judicial – en medio de contradicciones y justificaciones – y primordialmente, tras la llamativa propuesta de renombrar a San Quintín como “Municipio de San Quintín Indígena Pluricultural”.
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Cambiando de tema, la presidenta Miriam Cano Núñez y otros funcionarios como el regidor Arnulfo Silva Martínez, de la Comisión de Desarrollo Urbano e Infraestructura; la Directora de Administración Urbana, Mariela Méndez Zumaya, entre otros, acudieron a importantes reuniones en la Ciudad de México.
Una de las principales fue el encuentro con la titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Edna Elena Vega Rangel, en el cual concretaron el inicio de un plan conjunto para proceder con la regularización de los asentamientos irregulares que predominan en cada rincón de San Quintín.
En este caso, es reconocible el empeño que priorizaron para impulsar soluciones para una de las problemáticas más evidentes en el sexto municipio.
Sin embargo, hay un personaje que acudió hasta la CDMX sin tener atribuciones en el tema. Parece haber omitido el magno principio de “austeridad republicana” y también olvidar que un área tan importante como la suya seguramente tiene necesidades más apremiantes.
Anexamos la imagen de los asistentes y dejaremos que cada lector identifique al perfil en cuestión…










































