Lactantes menores de 6 meses tienen más riesgo de enfermarse
Ante los cambios que se presentan con el clima durante la primavera, el Hospital Materno Infantil de Mexicali recuerda que en los niños la alimentación con leche materna es fuente de protección contra infecciones, incluyendo las diarreicas.
Durante los cambios estacionales, es común observar un aumento en los casos de diarreas y deshidratación, lo que puede atribuirse a diversos factores.
En esta temporada se experimentan cambios en la temperatura y la humedad, lo que favorece la proliferación de virus y bacterias causantes de enfermedades gastrointestinales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el rotavirus y la norovirus son más activos en climas templados, lo que aumenta el riesgo de contagio en esta época del año.
Por otro lado, con el clima más cálido, niñas y niños tienden a pasar más tiempo al aire libre, donde pueden estar en contacto con superficies contaminadas o personas infectadas. Esto aumenta la probabilidad de contagio de virus y bacterias que causan diarreas.
En el caso particular de lactantes menores de un año, tienen un sistema inmunológico aún en desarrollo, por lo tanto son más vulnerables a las infecciones.
Una medida importante para reforzar las defensas físicas de las y los bebés es que sus madres los alimenten exclusivamente con leche de seno materno, para reducir el riesgo de infecciones diarreicas.
La leche materna contiene anticuerpos, enzimas y otros factores inmunológicos que protegen al bebé contra diversas infecciones, incluidas las diarreas.
Además, cuenta con agentes antimicrobianos que ayudan a combatir bacterias, virus y parásitos que pueden causar enfermedades. Estos componentes pueden prevenir la colonización de patógenos en el tracto gastrointestinal del bebé.
A su vez, la leche materna es fácilmente digerible para las y los bebés, lo que ayuda a reducir la irritación intestinal y la susceptibilidad a infecciones diarreicas pues su composición única se adapta perfectamente a las necesidades del sistema digestivo del lactante.
La leche materna contiene prebióticos y prebióticos naturales que favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino del lactante. Esto ayuda a mantener un equilibrio saludable de la microbiota intestinal. De igual forma contribuye a una hidratación adecuada, lo que es crucial para prevenir la deshidratación asociada con las infecciones diarreicas.
La diarrea puede provocar una pérdida significativa de líquidos y electrolitos, y la lactancia materna ayuda a reponer estos nutrientes de manera eficaz.