No recomiendan la automedicación debido a que el médico debe estudiar las causas para un manejo correcto y establecer el tratamiento adecuado
La diarrea en los menores de edad es un padecimiento considerado común, pero no por ello de menor cuidado, ya que puede provocar deshidratación que puede generar complicaciones graves en los enfermos.
Así lo afirmó el doctor Isaac Estrada Ruelas, del área de Pediatría en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), quien expresó que lo delicado de la diarrea es la deshidratación, ya que el organismo pierde demasiado líquido, poniendo en riesgo la vida de las personas; por ello, el tratamiento de este padecimiento es brindar una hidratación adecuada para prevenir complicaciones y sufrir consecuencias importantes.
Destacó que la diarrea es provocada por una inflamación de los intestinos y su manifestación es un aumento en el número de deposiciones o disminución de la consistencia de las mismas, además de un aroma fétido y eventualmente contiene sangre, moco, pus y alimentos no digeridos.
Asimismo, aseveró que los síntomas pueden aparecer súbitamente y son acompañados por falta de apetito, náuseas, vómitos, presencia de fiebre y dolor abdominal; la mayoría de los niños se recupera entre 3 y 7 días después, con descanso en casa e ingiriendo una buena cantidad de líquidos.
Respecto a las causas que la provocan, expuso que los agentes más frecuentes son los virus (causantes de alrededor del 70% de las diarreas), mientras que el resto obedece a procesos bacterianos, parasitarios, colitis ulcerosa, medicamentos y algunas situaciones estresantes.
Del mismo modo, señaló que ingerir alimentos o beber agua que contengan ciertos tipos de bacterias o parásitos también pueden ocasionar la diarrea; este problema se denomina intoxicación alimentaria y hace que el afectado se sienta débil y deshidratado.
En ese sentido, destacó la importancia de acudir al médico al presentar signos de deshidratación, disminución de la orina, vértigo, mareo, boca seca, ojos hundidos, pocas lágrimas al llorar, sangre o pus en las heces y fiebre por arriba de 38 grados centígrados, además de que las afectaciones tengan más de dos días y haya vomitando por más de 12 horas.
Estrada Ruelas subrayó que las medidas preventivas siempre serán la mejor opción para evitar este padecimiento y sus complicaciones, como el beber abundantes líquidos para prevenir la deshidratación y el adecuado lavado de manos antes comer y después de ir al baño, así como manejar adecuadamente los alimentos.