Por Daniela Montalvo
Aunque no puedo hablar por todos los habitantes de la comunidad turística de Sisal, Yucatán, por lo menos puedo hacerlo por las decenas de personas que conocí y que coinciden en un solo punto: no quieren que la zona tenga la denominación de Pueblo Mágico.
Escuchar esto por primera vez me llenó de asombro, ya que Pueblo Mágico significa además de algunos apoyos de gobierno, una gran publicidad para el lugar y por tanto, mayor oferta de turismo.
El hecho que señalan los habitantes con los que tuve oportunidad de platicar, es que Sisal no está adaptado para recibir a tantos visitantes. Pero lo más lindo son sus playas y sus manglares, y desafortunadamente han visto como con las visitas de las personas se van deteriorando.
Desde que entras al pueblo hay una gran cantidad de anuncios que te invitan a no dañar la naturaleza y a recoger tu basura, pero al parecer el daño que recibe Sisal de los visitantes es tan grande que molesta a los habitantes.
Una de las preguntas que tuve que hacer fue: ¿por qué te molesta si a mayor cantidad de turistas, mayor trabajo?, y es que los habitantes son de clase media baja o baja, por lo cual mi lógica indicaba que estaban felices de recibir a los turistas.
Para mi sorpresa la respuesta fue: “para que queremos el dinero si van a lastimar a nuestros manglares, que son una fuente de oxígeno para el planeta”.
Otras respuestas fueron, que ellos tenían una vida tranquila, limpia, segura y ordenada, que desde hace mucho las familias se conocen, y que comparten el amor por las limpias playas y que la tierra los provee de alimento.
El municipio es realmente pequeño, son pocas las opciones que tienes de alojamiento, restaurantes o algunas otras atracciones, pero es que lo poco que hay es realmente lindo.
Si tienes oportunidad de ir, respeta las formas de vida, las costumbres y a la naturaleza, verás que no te vas a arrepentir de la visita.
El paseo por lo manglares es todo un espectáculo para los sentidos, escuchar aves, ver manglares, respirar aire fresco, sentir la brisa del agua fresca, todo acompañado de una increíble vista y con un poco de suerte de decenas de flamingos.
Eso sí, la gente es muy amable, te hacen sentir cómodos y te invitan a cuidar la naturaleza.
Sin duda alguna, Sisal es un paso obligado si visitas Yucatán, donde podrás:
- Realizar un recorrido por sus manglares
- Avistamiento de cocodrilos y flamingos
- Caminar por el Muelle de Sisal
- Degustar la cocina yucateca
- Visitar el Fuerte de Santiago
- Escuchar la leyenda de El Faro
- Conocer Ex Aduana Marítima
- Visitar Reserva Estatal El Palmar
- Ir a la Casa de la Emperatriz Carlota
- Divertirte en la Fiesta en honor al Cristo Negro (25 agosto)
Un país tan diverso y multicultural como México, para una vida resulta sin fin.
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