La COEPRIS aclaró que no se trató de vacunas contra la enfermedad, aunque de igual manera, su uso de origen asiático no está autorizado
Con relación al decomiso de presuntas vacunas falsas contra el COVID-19 realizado el pasado fin de semana en el Aeropuerto Internacional de Mexicali, la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) aclaró que se trata de pruebas rápidas de antígenos para la detección de dicho padecimiento.
Así lo estableció el titular de la Unidad Regional de la COEPRIS, Marco Aurelio Gámez Servín y precisó que se trata de pruebas rápidas, al parecer de origen asiático cuya marca no está autorizada por la COFEPRIS.
Advirtió a la población en general que no existe autorización a particulares para la venta y aplicación de la vacuna contra el virus SARSCoV-2, para que no se dejen engañar, ya que es de uso exclusivo del Gobierno.
En el caso de este decomiso, dijo, fueron un total de 400 pruebas de antígenos y fueron remitidas ante las autoridades centrales de COFEPRIS.
Gámez Servín, recordó que hace unos días, se emitió una alerta por las autoridades sanitarias a nivel nacional, luego de que la empresa AstraZeneca informó que a la fecha no ha firmado convenio con ninguna empresa para que sea intermediaria en la comercialización de sus vacunas en nuestro país.
Destacó que la aplicación del biológico es gratuita y solo se realiza de acuerdo a la Política Nacional de Vacunación contra el Virus SARSCoV-2, para la prevención de la COVID-19 en México.
Mencionó que existen pruebas de antígeno con autorización oficial las cuales son: SARS-Cov2 Antigen Raíd Test Systema del fabricante Monocent, Inc.; SARS Cov2 Rapid Antigen Test y STANDARD Q COVID-19 Ag Test de SD Biosensor Inc.; Panbio COVID-19 Ag Rapid Test Device de Abbott Rapid Diagnostics Jena GmbH y Sofia2 SARS Antigen FIA de Quidel Corporation.