Ya observaron a los primeros cinco ejemplares
De manera formal, con la llegada de cinco ejemplares de tiburón ballena a la Reserva de la Biósfera Bahía de los Ángeles Canales de Ballenas y de Salsipuedes, reportaron el inicio de la temporada de la especie.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) emitió el inicio de la temporada, la cual terminará el próximo mes de diciembre.
Señalan que el monitoreo lo realiza el grupo comunitario PEJESAPO y prestadores de servicios turísticos, quienes durante más de 10 años han brindado información valiosa a la Conanp, a través de la medición de los ejemplares, foto identificación, conteo y en algunos años han marcado con rastreadores satelitales para conocer la ruta migratoria.
“Gracias a esta labor, se sabe que Bahía de los Ángeles cuenta con la agregación más numerosa del Pacífico Nororiental, por ello se ha nombrado a Bahía de los Ángeles como la Casa del Tiburón Ballena”, indicaron.
Durante la temporada de tiburón ballena se pueden observar grandes agrupaciones, llamando la atención de extranjeros y turistas nacionales, que desean conocer y nadar a lado del pez más grande del mundo.
La actividad de observación y nado con el tiburón ballena es una actividad que beneficia a distintos sectores dedicados al turismo, dejando una gran derrama económica en el poblado de Bahía de los Ángeles, Baja California.
Sin embargo, la actividad es una de las que fueron afectadas por la pandemia del coronavirus. Pese a esto, podrían aprobar su reapertura al pasar al semáforo naranja de la pandemia.
Cabe destacar que el tiburón ballena mide aproximadamente 12 m de longitud y se han encontrado ejemplares de hasta 21 toneladas. Su vientre es totalmente blanco, mientras que su dorso es de un color grisáceo, más oscuro que la mayoría de los tiburones, con multitud de lunares y líneas horizontales y verticales de color blanco o amarillento, de tal forma que se asemeja a un tablero de ajedrez.
Su boca puede llegar a medir 1,5 metros de ancho, y se alimenta principalmente de fitoplancton, necton, macro algas, kril, y en ocasiones de crustáceos, como larvas de cangrejo, calamares, y bancos de peces pequeños, tales como las anchoas, sardinas, caballa y atún.
Esta especie se encuentra catalogada internacionalmente como vulnerable de acuerdo a la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. A nivel nacional, la especie está incluida como especie amenazada.